Viajar en familia es siempre una experiencia especial, pero hacerlo en un lugar tan mágico como Marruecos lleva la aventura a otro nivel. Imagina explorar medinas llenas de colores, caminar entre ruinas antiguas y perderte en los paisajes más pintorescos del norte de África. Nuestro viaje comienza con una cálida bienvenida en el aeropuerto de Tánger, donde un autobús privado nos llevará a descubrir algunos de los destinos más icónicos del país, ¡todo adaptado para disfrutar con niños!
Itinerario Familiar
1. Tánger a Tetuán:
Después de aterrizar en Tánger, nos dirigiremos a Tetuán, conocida como «La Paloma Blanca». Nuestro autobus privado nos esperaba a la salida del aeropuerto. Aquí recorreremos su encantadora medina, Patrimonio de la Humanidad, y dejaremos que los niños disfruten de las calles laberínticas y su vibrante atmósfera. Después de disfrutar de Tetuán durante unas horas cogemos nuestro autobús privado y nos vamos a Chefchaouen.
2. Chefchaouen, el pueblo azul:
Nuestro siguiente destino es Chefchaouen, llegamos de noche, es un lugar que parece sacado de un cuento. Sus casas pintadas de azul y sus tranquilas calles invitan a explorar. Los niños disfrutarán jugando en sus plazas y admirando el contraste entre los colores y las montañas circundantes. Dos noches las pasamos aquí. Disfrutando de sus calles. Alquilamos una casa para poder cenar todos juntos. La mañana de nuestro tercer día madrugamos un poquito porque nos tenemos que ir a Volubilis y son aproximadamente unas 3 horas de viaje, viajar con autobús privado es una comodidad que se agradece al ser tanta gente.
3. Volubilis y Mulay Idrís:
Llegamos a Volubilis, sacamos los tickets de entrada al recinto y nos adentraremos en la historia con una visita guiada a Volubilis, la antigua ciudad romana llena de impresionantes mosaicos y ruinas que capturan la imaginación de grandes y pequeños. Una vez concluida la visita que nos llevó aproximadamente unas 3 horas horas nos montamos en nuestro bus y nos fuimos a Mulay Idrís, una ciudad sagrada donde haremos una parada para conocer su importancia cultural y disfrutar de sus vistas panorámicas. Durante 1 hora paseamos por sus calles y llegamos al punto más alto de la ciudad para poder ver la Mezquita desde arriba. Un último trayecto nos quedaba para llegar a nuestro destino final: Méknes.
4. Meknes:
El viaje concluye en Meknes, una de las ciudades imperiales de Marruecos. Aquí, exploraremos su imponente medina y la famosa Puerta de Bab Mansour. Será el cierre perfecto para un viaje lleno de descubrimientos. Una noche estuvimos en Meknes. Por la mañana disfrutamos de un delicioso desayuno marroquí y estuvimos paseando por sus calles hasta las 3 de la tarde, hora de ir a la estación y coger nuestro tren a Tánger. El trayecto es aproximadamente unas 4 horas.
5. Tanger:
Llegamos en tren a Tánger dónde cogíamos el tren de regreso a Madrid. De la aestación de tren al aeropuerto fuimos en taxi.
Con este recorrido en autobús privado, garantizamos comodidad y flexibilidad para que toda la familia disfrute al máximo de la experiencia. Marruecos es un destino inolvidable, y hacerlo en compañía de los más pequeños añade una dosis extra de magia y recuerdos inolvidables.
Los gastos totales de nuestro viaje han sido:
Vuelo Madrid – Tánger // Tánger – Madrid | 133,32 | |
Autobús | 102,33 | |
Casa particular Chefchaouen (2 noches) | 39,36 | |
Riad Méknes (1 noche) | 27,33 | |
Tren Méknes – Tánger | 14 | |
316,34€ |