En lo alto de una colina en Rumania, en el pueblo de Bran, cerca de la ciudad de Brașov y rodeado por los densos bosques de Transilvania, se alza el imponente Castillo de Bran. Con su arquitectura medieval y su aura de misterio, este castillo ha sido asociado con la leyenda de Drácula, el vampiro inmortal creado por Bram Stoker. Pero, ¿realmente tiene relación con el personaje?

Una vez llegas a Drácula está indicado por todos los lados dónde se encuentra el Castillo. Nostros íbamos con el tiempo justo y no pudimos buscar aparcamiento por la ciudad que seguro que habría sin pagar parking. Nosotros aparcamos justo enfrente del Castillo, en un parking de pago. No recuerdo lo que pagamos, pero no fue mucho. Desde el parking hasta el Castillo hay como 10 minutos, ya que tienes que subir por una cuesta rodeada de cosas para comprar, tanto souvenirs como de comida.

¿Drácula vivió en el Castillo de Bran?
A pesar de su fama, el Castillo de Bran no fue residencia de Vlad Tepes, el príncipe que inspiró a Drácula. Su verdadera fortaleza fue Poenari, hoy en ruinas. Sin embargo, la apariencia gótica de Bran y su ubicación en Transilvania lo convirtieron en un imán para el turismo, a pesar de que ni Stoker lo mencionó en su novela ni Vlad III vivió allí.
Historia y mito
Construido en el siglo XIV como fortaleza defensiva, Bran fue un punto estratégico entre Valaquia y Transilvania. Más tarde, sirvió como aduana y residencia real. Aunque su conexión con Drácula es un invento, su estética y ambiente gótico lo hacen un destino fascinante.

En el Castillo hay salas que indican que no es recomendable para menores de 13 años, pero Oli con 7 entro sin problema.

Una visita imprescindible
Hoy, el castillo alberga un museo sobre su historia y la cultura rumana. Su entorno natural y la niebla que a menudo lo envuelve refuerzan su aire misterioso. Durante Halloween, eventos temáticos intensifican su aura sobrenatural.
El castillo abre de abril a septiembre de 9 a 18 h y de octubre a marzo hasta las 16 h. Los lunes abre a las 12 h. La entrada cuesta 70 leis (unos 14 euros).

Aunque su conexión con Drácula sea un mito, visitar el Castillo de Bran sigue siendo una experiencia inolvidable. ¿Te atreverías a recorrer sus pasadizos oscuros?
Hay una opción que es bajar a las catacumbas que yo no lo recomendaría ya que no vale mucho la pena. Bajas en un ascensor una planta y lo único que ves son cuadros en 3d de personajes.

De Bran nos fuimos a Râșnov porque queríamos visitar la Cueva de Valea Cetății
A las afueras de Râșnov, cerca de la frontera de la provincia de Brașov, se encuentra la Cueva de Valea Cetății, un impresionante enclave natural que cautiva a quienes se adentran en su interior. Su singular belleza y su atmósfera enigmática la convierten en un destino imperdible para los exploradores y amantes de la naturaleza.

Una aventura subterránea
Para acceder a la cueva, es necesario adquirir una entrada (30 lei para adultos y 15 lei para niños). La visita se realiza en grupos de aproximadamente veinte personas, siempre guiados por un experto que nos conduce por el recorrido. La travesía transcurre sobre pasarelas de metal y plástico que facilitan el paso, aunque en algunos tramos la humedad puede hacer que el suelo sea resbaladizo. El idioma es ingés o rumano.

El camino nos lleva por estrechos pasadizos decorados con estalactitas y estalagmitas, mientras el goteo del agua acompaña el avance. El punto culminante de la visita es una gran sala, el espacio más imponente de la cueva, donde se aprecia toda su grandeza y belleza natural.

La magia de la oscuridad
Uno de los momentos más memorables de la excursión es cuando el guía apaga todas las luces, sumergiendo a los visitantes en una oscuridad total. En ese instante, los sonidos del entorno se vuelven más intensos, creando una experiencia sensorial inolvidable.

Tras este impactante momento, el grupo regresa al punto de partida por el mismo camino. La visita dura aproximadamente 20 minutos, un recorrido breve pero fascinante, ideal para quienes desean descubrir un rincón único de Rumania.
Para más información, visita la página web oficial: Pestera Valea Cetății.
En realidad la cueva no merece mucho la pena, yo no la recomendaría a no ser que tuvierais muchos días de viaje por la zona. Lo mejor sin duda fue a que a la salida empezó a nevar y cómo tienes que atravesar un monte fue un paseo muy guay.

Otros planes para hacer con niños en esta zona es:
- Explorar el bosque de los dinosaurios. https://dinoparc.ro/
- Descubrir un santuario de osos único en el mundo. https://millionsoffriends.org/en/libearty/
Al final teníamos que elegir planes y elegimos hacer la cueva.
Comimos en Sub Cetate Sergiana muy bien, me gusto mucho. Strada Cetății 34, Râșnov 505400, Romania
Y con la tripa llena nos fuimos a ver Rasnov, cogimos el teleferico para ver la imponente Ciudadela de Râșnov, ubicada en lo alto de una colina.
El teleférico de Râșnov y la Ciudadela
Otro de los atractivos principales de Râșnov es su teleférico, que ofrece un cómodo ascenso hasta la famosa Ciudadela de Râșnov. Este sistema de transporte permite disfrutar de vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y las montañas circundantes, convirtiéndose en una experiencia imprescindible para quienes visitan la zona.

El precio del trayecto es de 30 lei por persona. Nosotros subimos en teleferico y bajamos andando, la verdad la subida no llega a dos minutos y nos resulto bastante caro.

En realidad lass vistas son bonitas, nosotros teniamos muchas curiosidad de visitar la ciudadela, pero una vez arriba no la encontrabamos.

Desde lejos se veía la ciudadela, pero el acceso parecía cerrado, bordeamos un poco y vimos una puerta abierta que decía lo siguiente:

En realidad ya estabamos muy familiarizados con este cartel que veíamos por todos los lados, atención «cuidado con los osos»
La Ciudadela de Râșnov es una fortaleza medieval construida en el siglo XIII para proteger a la población local de invasiones. Sus murallas bien conservadas, torres y callejuelas transportan a otra época.

Desde la cima, se pueden contemplar unas impresionantes vistas de los Cárpatos y la llanura de Transilvania, haciendo que la visita valga aún más la pena. La parte interior de la ciudadela no se puede visitar, sólo los alrededores.

Desde la ciudadela puedes coger un trenecito que te lleva directamente a ver los dinosarios pero nosotros ya no teníamos tiempo de más.
Nosotros bajamos andando a la ciudad, ssiendo un paseo muy agradable.

Ha sido un día súper intenso y súper interesante, nos vamos a dormir a Brasov que mañana nos queda un día súper intenso.
Si además quieres despreocuparte de cualquier percance que te pueda surgir o ahorrarte costes médicos inesperados, un seguro de viaje siempre es recomendado. Además, con nuestro blog e Intermundial, podrás contar un 10% sobre el seguro que contrates, lo cual no está nada mal. Haz click en el banner para diseñar el seguro que te resulte más conveniente.
