La cavidad pélvica es una cavidad del cuerpo que está delimitado por los huesos de la pelvis. Su techo oblicuo es la entrada de la pelvis (la abertura superior de la pelvis). Su límite inferior es el suelo pélvico. La cavidad pélvica contiene principalmente los órganos reproductivos, la vejiga urinaria, el colon pélvico, y el recto. El recto se coloca en la parte posterior de la pelvis, en la curva de la sacro y el coxis; la vejiga está en frente, detrás de la sínfisis pública.
En la mujer, el útero y la vagina ocupan el intervalo entre estas vísceras. La cavidad pélvica también contiene grandes arterias, venas, músculos y nervios. Estas estructuras pueden ser afectadas por muchas enfermedades diferentes y por muchos fármacos en muchas maneras diferentes. Una parte puede afectar a otra, por ejemplo, el estreñimiento puede sobrecargar el recto y comprimir la vejiga de la orina, o el parto podría dañar los nervios pudendos y posteriormente llevar a la debilidad anal.
Los ejercicios de Kegel o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo son unos ejercicios destinados a fortalecer los músculos pélvicos. También están recomendados para evitar alteraciones comunes como la incontinencia urinaria o también para facilitar el parto.
Reciben este nombre por el doctor Arnold Kegel, quien desarrolló estos ejercicios para sus pacientes en la década de 1940 como método para control de la incontinencia urinaria. Su artículo fue publicado en 1948.
Los ejercicios de Kegel se idearon para controlar la incontinencia urinaria de la mujer tras el parto. El propósito de los ejercicios es fortalecer los músculos de la zona pélvica y mejorar la función del esfínter uretral o rectal. El éxito de los ejercicios de Kegel dependen de la práctica apropiada de la técnica y un disciplinario cumplimiento del programa de ejercicios.
Algunas personas no localizan con facilidad los músculos pélvicos y deben practicar con frecuencia para aprender a contraer los músculos adecuados. Uno de los métodos consiste en sentarse en el sanitario y al orinar intentar retener el flujo de orina, contrayendo los músculos del piso pélvico. Practicando varias veces, la persona puede llegar a conocer el grupo correcto de músculos que hace la contracción. No deben contraerse los músculos del abdomen, caderas o nalgas mientras hace este ejercicio. Sin embargo, esta práctica solo debe utilizarse para localizar los músculos y no como ejercicios, ya que altera el reflejo normal de la micción y podría inducir a una alteración de este mecanismo o a dejar residuo de orina en la vejiga a finalizar la micción. Otro método para identificar los músculos consiste en introducir un dedo en el recto.
Es posible fortalecer los músculos del piso pélvico usando un cono vaginal, dispositivo con peso que se inserta en la vagina). Una vez dentro deben tratar de mantener el dispositivo contrayendo los músculos. Si se aprende a realizar los ejercicios antes de dilatar la vagina, se puede observar que la dilatación resulta más fácil. Esto ocurre porque se sabe cuándo están los músculos pélvicos tensos y cuando relajados. Antes de insertar un dedo o cualquier objeto en la vagina, se debe tensar-relajar los músculos. Es más fácil mover el dedo con los músculos relajados. Una vez que se pueda introducir la punta del dedo en la vagina ya se puede practicar a apretarlo con los músculos.
El masaje perineal puede hacerlo la embarazada o también su pareja. Algunas mujeres aseguran que les resulta complicado hacérselo ellas solas, y prefieren que sean sus parejas las que lo realicen. En cualquier caso, los preparativos son los mismos.