Nos levantamos y después del desayuno nos vamos a dar una vuelta, lo primero que vemos son mujeres que están secando marisco, no tenía ni idea que en África secaban así:
y los niños jugar con palos:
y son tan felices saltando:
y los niños pasear entre plantas:
y llegamos a la orilla del mar:
y vimos pescar:
y llegamos al museo James Island, el museo, dedicado a la esclavitud en Gambia, incluye la réplica de un barco negrero y merece una visita. > Seguir leyendo
Y paseando por el mercado de Barra mientras buscábamos la estación de autobuses para tomar un gelli-gelli hasta nuestro próximo destino JUFUREH nos paró un hombre y nos pidió la documentación, nosotras al negarnos nos dijo que le teníamos que acompañar a la «comisaría» saco un papel fotocopiado en el que ponía que era policía. > Seguir leyendo
Nos levantamos, recogimos las 4 cosas que habíamos sacado la noche anterior y nos fuimos a descubrir Banjul.
Nada estaba planeado y todo por descubrir.
Sólo teníamos ganas de andar y de disfrutar.
Cómo en casi todos los países «pobres» la sensación de pobreza te invade según entras en contacto con la población. > Seguir leyendo
Aquel viaje lo recuerdo agridulce, lo hicimos hace años, en el 2013, mi amiga Bea y yo. Bea quería conocer el Africa más allá de Marruecos, yo ya había estado en Kenia y la apuesta era muy buena. Buscamos el vuelo más barato, nos apetecía mucho Etiopía, pero los precios se nos iban y encontré un vuelo a Gambia desde Barcelona por 200€, confirmamos fechas y compramos. > Seguir leyendo
Nuestro cuaderno de viaje.