Tenía muchas ganas de ver Aveiro, siempre me habían hablado de la Venecia de Portugal pero nunca habíamos sacado tiempo de visitarla y no por las veces que hayamos estado en Portugal.
En internet investigamos donde dejar el coche y encontramos un parking al lado del Mercado Manuel Firmino que por 3€ el día completo lo tienes vigilado.
Lo primero que nos llamó la atención fueron los canales, las góndolas y los puentes que atraviesan esta ciudad. Y cómo todo que está de moda también tenemos el puente con lazos para pedir deseo y jurarse amor eterno las parejas.
Puedes darte un paseo en góndola (Mouliceiros se llaman las embarcaciones típicas que recorren estos canales) por los canales, atractivo turístico principal de la ciudad.
El barrio de Beira Mar está lo especial, pequeñas casa de colores a orillas del canal donde puedes pasear y perderte por este lado de la ciudad.
Que sin duda tiene un encanto especial.
En la Praça do Peixe está la lonja donde puedes comprar pescado fresco, la plaza está repleta de bares.
Comimos en Restaurante O Adriano como siempre elegido por tripadvisor y que bien comimos! Repetiría seguro, el plato del día consistía en dos tipos de bacalao más ensalada, bebida y café.
Y compramos el dulce típico los Ovos Moles de Aveiro.
Paseamos por la ciudad para bajar la comida, estuvimos en la Catedral da Sé de Aveiro,
en el Museo de Aveiro.
Y sobre todo pasear por sus calles.
Para ver atardecer nos fuimos a las playas de Costa Nova y Da Barra, como hacia viento no había casi nadie, no sé si porque en esas playas no hay gente o porque ya era de recogerse, pero son espectaculares muy bien cuidadas con pasarelas de acceso, dunas y de fondo el océano Atlántico.
Después fuimos a ver el faro, está al final del paseo marítimo y puedes ir por las pasarelas o por el centro de la ciudad.
Sin duda todo un descubrimiento. Volveremos.