El puente de la Constitución elegimos ir a Valencia en buena parte por el tiempo que daban, unos 22 grados, que mas se podía pedir para el mes de diciembre.
Empezamos a planear las actividades con la guía de Valencia de Anaya, había un montón de planes para hacer con un bebé así que poco a poco empezamos a dar forma a la visita.
Nos alojamos en Alboraya con GuesttoGuest ahora home exchange una página dónde puedes alojarte a cambio de «puntos» o de intercambio de casa. Para ser nuestra primera vez, la verdad que resulto la mar de gratificante, nuestro anfitriones, una pareja de profesores de la zona nos recibieron con bollos, chufas y recomendaciones de lo que podíamos hacer por la zona.
El jueves visitamos el oceanografic dónde si quieres puedes pasar el día entero, donde puedes visitar el mayor parque marino de Europa y ver los ecosistemas marinos más importantes del planeta. Hay incluso una exhibición de delfines. Es recomendable a pesar de lo que cuesta la entrada comprarlas con anticipación, lo niños menores de 4 años no pagan y puedes sacar la entrado combinada con la entrada al Museo de las Ciencias.
Esta distribuido en diferentes zonas exteriores e interiores, puedes ver desde aves, medusas, tortugas, leones marinos, tiburones, cocodrilos, flamencos, leones marinos, pingüinos, belugas, incluso morsas!
Después de este día tan intenso solo nos quedaba pasear por la playa para recoger conchas y tener un recuerdo del mar.
El viernes nos fuimos a ver la paya del Perellonet,
si en la Malvarrosa había poca gente sin duda esta zona estaba vacía, jugamos con la tierra, las olas, el agua y las conchas y abrimos boca para la comida que nos esperaba en el restaurante Blayet que tiene un jardín con columpios para los mas pequeños. Comimos un arroz negro, un arroz de verduras y el señoret, creo que con diferencia nos gustó mas el del señoret.
Ya con la tripa llena cogimos el coche hacia el Saler, la última barca sale a las 17 horas, durante una hora y por 4 euros navegas por la Albufera, la puesta del sol, los pájaros y la luz azul del atardecer lo hacen mágico.
El barquero te explica desde la profundidad que tiene el lago hasta el método de anclaje de las barcas.
Sólo nos quedaba ir a tomar algo caliente y comer los dulces de boniato.
El sábado lo aprovechamos para pasear por el centro de Valencia, atravesar el Turia y llegar al parque Gulliver, nosotros cuando llegamos no había cola a pesar de la cantidad de gente que había en su interior pero nuestros amigos que llegaron un poco más tarde esperaron unos 35 minutos hasta poder entrar, hay aforo limitado y es gratuito.
Una foto aérea del parque:
De ahí nos fuimos paseando a la Ciudad de las Ciencias y de las letras. El interior nunca defrauda:
y el exterior tampoco
Por la tarde nos compramos la correspondiente horchata con los fartons en el sitio más famoso Horchatería Daniel y nos fuimos a la playa a disfrutarla.
El domingo lo empleamos en visitar el centro de la ciudad, un paseo antes de marchar a Madrid.
¿Cómo moverse por Valencia con bebé? Nosotros utilizamos el metro ya que la casa la teníamos en Alboraya, eso y los pies, ya que fuimos andando en una ocasión hasta la Malvarosa. Para coger el metro tienes que comprar primero una tarjeta «Mobilis» dependiendo si la quieres personal o no, de cartón o de plástico tiene un precio u otro. Nosotros compramos la más barata: anónima y de cartón, 1 € y cada billete 1.50€, si quiere comprar ida y vuelta cuesta 2.90€ y el bonometro 7.60€. Todo se puede comprar en las máquinas de la entrada.